miércoles, 17 de junio de 2009

Todos los días me hamacaba en la misma rama del árbol que sembró mi padre atrás del jardín, en ese lugar me encontraba libre, el viento soplaba sobre mi cuerpo mientas me dormía sintiendo miles de manos acariciando mi ser.
Todas las tardes se repetía, así sea por cinco minutos. Hoy recuerdo esos días con absurdo y obvia melancolía de alguien que quiere parecer simplista, me ahogo en mis palabras me absorbo en mis miedos, no creo en la gentileza del universo, no me veo reflejado en el espejo, no reconozco mis manos, no decido en mi vida, no resumo mi día, no pienso mas alla de mi mismo, solo soy un espanto de recuerdos y anhelos

2 comentarios:

Marshmallow dijo...

:)

me gusta!! lástima el delay

ximena dijo...

uh ya me olvide q decia... emn ah! si... emmm yo te recoozco siempre